La impresión 3D está revolucionando la industria ofreciendo una alternativa para fabricar productos de forma rápida y eficiente. Las diferentes técnicas de fabricación aditiva (modelado por deposición fundida, estereolitografía, DLP y SLM, entre otras) permiten crear productos de forma muy precisa sin la necesidad de herramientas costosas o moldes, lo cual puede suponer una importante reducción de los costos de producción.
El alcance que está teniendo esta tecnología se evidencia en su utilidad para el prototipado rápido, la fabricación bajo demanda y la creación de objetos con formas complejas. A continuación, realizamos un recorrido por sus múltiples aplicaciones.
La revolución de la impresora 3D en la industria
Las impresoras 3D industriales posibilitan la creación rápida de prototipos y modelos funcionales. Esta es una gran ventaja para acelerar mucho los procesos de diseño en las fábricas y la optimización de las cadenas de suministro. Además, se reduce al mínimo el desperdicio de material al imprimir solo lo que se necesita.
Este tipo de impresión ofrece la oportunidad de crear diseños complejos que serían casi imposibles de realizar con métodos tradicionales. Permite personalizar al máximo los objetos durante su fabricación. Esto es de un valor incalculable en sectores como la medicina, donde se pueden crear prótesis a medida para cada paciente, pero también lo es para otros sectores industriales.
Las máquinas de fabricación aditiva han logrado reducir drásticamente los costes derivados de la producción. Al eliminar la necesidad de utillajes, se ahorran grandes cantidades de dinero en herramientas y moldes.
Además, el postprocesado y los materiales sobrantes se reducen en gran medida.
Cómo la impresión 3D industrial está cambiando el panorama de la fabricación
Hoy en día es indudable decir que la impresión 3D industrial está transformando por completo el panorama de la fabricación tradicional. Es visible cómo las empresas son ahora capaces de crear series cortas de productos con mayor velocidad y a demanda, sin stock ni moldes costosos.
El software de CAD/CAM en combinación con las máquinas de impresión en 3D ofrecen una gran flexibilidad en el diseño y optimizan los procesos productivos. Ahora es más fácil fabricar objetos de geometrías complejas y se puede realizar en mucho menos tiempo que con métodos tradicionales.
Una revolución para la industria
Sectores tan grandes y complejos como el aeroespacial, la automoción o la medicina están adoptando esta tecnología para innovar en sus procesos y productos. La impresión en tres dimensiones les permite ahorrar una gran cantidad de tiempo y dinero.
Por ejemplo, en el sector aeroespacial, este tipo de fabricación permite crear piezas más ligeras y resistentes que optimizan el rendimiento de los aviones. Los requisitos de precisión y seguridad en este sector son muy estrictos, por lo que la capacidad de imprimir piezas de alta fiabilidad bajo demanda le aporta un gran valor.
La industria automotriz utiliza el prototipado rápido para crear los prototipos y la impresión en 3D para producir piezas de repuesto, herramientas y componentes de variados tamaños para vehículos. Además, la posibilidad de descentralizar la producción utilizando máquinas de impresión aditiva próximas a la línea de montaje optimiza enormemente la logística.
En el sector médico, la bioimpresión abre un mundo de posibilidades para avanzar en los tratamientos personalizados y la medicina regenerativa. A día de hoy ya es posible imprimir tejidos y órganos humanos que podrían utilizarse en trasplantes sin depender de donantes compatibles.
Por último, merece la pena mencionar a la creciente industria de la impresión de alimentos. Otra aplicación de la impresión que, hasta hace pocos años, sólo era posible en la ciencia ficción. Sin embargo, pronto será muy real, pues ya se está poniendo en práctica.
La impresión 3D, el futuro de la fabricación
No cabe duda de que el futuro de la fabricación aditiva es muy prometedor. Es fácil prever un crecimiento exponencial de la impresión 3D industrial en los próximos años, pues los beneficios que ofrece son indiscutibles. Se posiciona cada vez más como la fórmula perfecta para una producción inteligente, sostenible y rentable.
La lista de materiales y técnicas disponibles para imprimir es cada vez mayor. Aunque se pueden utilizar metales y otros materiales, los plásticos son los protagonistas: ABS, PLA, PETG, policarbonato, TPU, PEEK, son solo algunas de las opciones existentes. Gracias a esta gran variedad, se amplía el abanico de aplicaciones y se reducen los costes de fabricación de forma progresiva.
Además, gracias al perfeccionamiento de las máquinas, las mejoras en velocidad, calidad y tamaño de las piezas, esta tecnología se convertirá pronto en la opción preferente en múltiples sectores industriales.
La especialización del sector, con empresas proporcionando materiales, software e impresoras 3D, es fundamental para que la adopción de esta tecnología crezca a mayor ritmo. La colaboración entre la industria y los gobiernos es una base importante para continuar los avances.