A la hora de diseñar un producto, escoger el material adecuado para fabricarlo es una de las decisiones que más afectan a su funcionalidad, aspecto y coste final. En procesos de moldeo, la duda más habitual suele estar entre dos opciones muy diferentes, la inyección de plástico vs inyección de Zamak.
Aunque a simple vista ambos utilizan la misma técnica, los resultados que ofrecen no tienen nada que ver.
Desde Atienza & Climent, como especialistas en procesos de inyección, te explicamos sus diferencias y qué es lo que debes tener en cuenta al elegir el más adecuado para tu proyecto.

Dos materiales clave para un mismo proceso de fabricación: la inyección
En la fabricación industrial, el proceso de moldeo es una técnica que se usa para crear piezas de plástico, metal o cerámica a partir de la inyección de material fundido en un molde.
Tanto la inyección de plástico como el Zamak se moldean siguiendo esta técnica, aunque los productos que se obtienen tienen características muy distintas.
En qué cosiste la tecnología de moldeo por inyección
El proceso de por si es muy sencillo, se funde el material y se inyecta a presión en un molde cerrado, donde se enfría y solidifica para que tome la forma deseada.
Aunque es aparentemente simple, implica herramientas, maquinaria y experiencia técnica que aseguren el control y supervisión en cada fase. Desde los moldes por inyección hasta la temperatura, todo influye en que el resultado sea como se esperaba.
La importancia de la selección de material para el éxito de tu producto
Decidir entre el plástico o Zamak no solo es una cuestión de costes. Cada material tiene una forma distinta de usarse, y se comportan diferente en cuanto su duración y al paso del tiempo.
Por eso, para escoger de forma adecuada, el diseño debe partir del fin real que tendrá el producto.
- Los moldes de inyección de plástico son prefectos si buscas producir piezas ligeras, en grandes cantidades y que no estarán sometidas a presión o grandes esfuerzos.
- El Zamak, en cambio, es mejor opción cuando necesitas resistencia y duración por encima de todo.
Inyección de plástico: versatilidad y eficiencia para grandes series
Cuando la versatilidad es importante, las piezas de inyección de plástico pueden ser la opción más adecuada. No solo permiten fabricar los componentes de forma rápida, también aseguran libertad y flexibilidad en lo que a diseño se refiere.
Ventajas clave: Ligereza, bajo coste y gran variedad de polímeros.
Además de ser ligeras, las piezas moldeadas en plástico pueden adaptarse a casi cualquier forma sin perder sus propiedades. Esto las hace perfectas para sectores donde la rotación de los productos es alta.
Existen una gran variedad de polímeros que son aptos para este tipo de producciones, desde algunos más rígidos, otros más flexibles, resistentes al calor o incluso al contacto con productos químicos.
Además, los moldes de inyección diseñados para plásticos permiten producciones a gran escala, lo cual reduce los tiempos entre procesos y, por tanto, los costes.
Aplicaciones típicas: Carcasas, componentes de consumo y juguetes.
Gracias a su gran versatilidad, podemos encontrarlo tanto en objetos de uso cotidiano como en otros industriales. Desde componentes y carcasas de automóviles hasta juguetes, envases y artículos para el hogar.
Inyección de Zamak: resistencia metálica y precisión en los detalles
Por otra parte, el Zamak es una aleación compuesta principalmente por zinc, a la que se le añaden pequeñas proporciones de magnesio, cobre y otros metales para mejorar sus propiedades mecánicas.
Por su comportamiento estable, este material se utiliza en procesos de fundición a presión y es compatible con la fabricación de piezas y moldes de inyección de aluminio.
Ventajas clave: Dureza, durabilidad y acabados metálicos premium.
Destaca por su precisión y acabado metálico, lo que lo hace perfecto si buscas un buen aspecto estético sin necesidad de someter al producto a procesos adicionales.
Su bajo punto de fusión hace que los ciclos de producción sean más rápidos y se degaste menos cada molde.
Limitaciones a considerar: Mayor peso de la pieza y coste del material.
No todo son ventajas. El Zamak, al ser una aleación metálica, presenta una densidad mayor que la del plástico, lo que hace que las piezas sean más pesadas. Esto puede ser un inconveniente en situaciones donde la ligereza es importante.
Además, el coste del material es más elevado, tanto por la materia prima en sí como por los procesos asociados a su fabricación. Esto hace que en producciones de gran volumen no siempre sea una opción rentable.
Aplicaciones típicas: Herrajes, componentes de automoción y artículos de lujo.
Desde herrajes, tiradores metálicos y componentes de automoción hasta artículos de lujo, ofrece una resistencia y durabilidad que es difícil igualar con otros materiales.
Además, la precisión que permiten estos moldes para plástico adaptados a este componente es perfecta para piezas pequeñas con un alto nivel de detalle.
Comparativa técnica directa: plástico vs. Zamak
Ahora que ya sabes las diferencias de la inyección de plástico y Zamak, quizás te estés preguntando cuál es mejor. La respuesta es sencilla, depende de para qué y con qué lo compares. Estos son algunos aspectos fundamentales a tener en cuenta:
Resistencia mecánica y dureza: ¿Necesitas una pieza que soporte impactos?
El plástico puede absorber impactos sin romperse, lo que lo hace útil en productos que sufren caídas frecuentes. Sin embargo, cuando la exigencia del material es alta, el Zamak mantiene su forma y funcionalidad con menos desgaste.
Por eso, los moldes para inyección de plástico se usan más en consumo masivo del día a día y menos en industria pesada.
Peso de la pieza final: La eterna lucha entre la ligereza y la sensación de solidez.
Aquí entra en juega el diseño y el uso del producto. Mientras algunos deben ser ligeros para facilitar su manipulación y transporte otros deberán ser duraderos y firmes.
Precisión dimensional y tolerancias: ¿Qué nivel de detalle requiere tu pieza?
Uno de los aspectos fundamentales para tener en cuenta a la hora de escoger un proceso u otro, es la precisión que necesita cada pieza. Mientras que el Zamak ofrece soluciones con gran nivel de detalle y precisión la inyección por plástico asegura unos tiempos más rápidos en todo el proceso.
Coste unitario vs. coste de herramientas (Moldes).
Aunque los plásticos permiten un coste por unidad más bajo, su ventaja desaparece si no se alcanzan volúmenes altos de producción. En cambio, el Zamack tiene un precio superior inicialmente, pero puede resultar más rentable en producciones cortas que conllevan un alto valor añadido.
Acabados superficiales: cromado, pintura y texturizado.
Ambos materiales son compatibles con una gran cantidad de acabados ya sea pintura, cromado o superficies texturizadas. En el plástico, los tratamientos suelen aplicarse después del moldeo. En el caso del Zamak, el propio material ya ofrece resultados estéticos, sin necesidad de realizar ningún proceso extra.
Conductividad térmica y eléctrica.
En este aspecto hay que tener en cuenta que el plástico es aislante. Esto lo hace perfecto para usarlo en componentes eléctricos y electrónicos. El Zamak, por su parte, transmite el calor, por lo que es más empleados en productos que incluyen disipación térmica para su funcionamiento.
Plástico o zamack para tus proyectos
Ahora bien, la elección final entre inyección Zamack o de plástico depende si necesitas un producto ligero, barato y en producción en serie o si lo que buscas es durabilidad, acabado estético y una larga vida útil.
Elige Inyección de Plástico si: tu prioridad es el coste, la ligereza y la producción a gran escala.
En proyectos donde se necesita eficiencia tanto en costes como a nivel de producción el plástico es tu mejor opción. Se adapta a la producción a gran escala y está diseñado para obtener piezas ligeras, pero sin sacrificar su calidad.
Elige Inyección de Zamak si: necesitas alta resistencia, acabados premium y una larga vida útil.
Cuando lo que importa es la resistencia, es mejor escoger el Zamak. Es un material que gracias a sus propiedades metálicas asegura gran calidad y acabados excelentes en cada una de las piezas.
Analizamos tu proyecto para recomendarte el material y proceso óptimos.
Cada producto es único y es por eso que no existe una solución que funcione igual para todos. En Atienza & Climent nos comprometemos a entender el uso real que tendrá cada una de tus piezas y te ayudamos a encontrar el método perfecto para tu proyecto.
Desde la matricería para inyección de plásticos hasta el diseño final, estamos presentes en cada decisión y en cada fase, asegurando que el proceso se ajuste perfectamente a tus necesidades.
Preguntas frecuentes sobre la impresión de plástico vs inyección de Zamak
Ambas usan moldeo por inyección, pero el plástico prioriza ligereza y coste por volumen; el Zamak ofrece resistencia metálica y acabados premium.
Cuando buscas piezas ligeras, gran volumen, costes unitarios bajos y tiempos de ciclo rápidos.
Plástico: carcasas, componentes de consumo y juguetes. Zamak: herrajes, automoción y artículos de lujo.
El plástico gana en grandes series por su bajo coste unitario; el Zamak puede ser competitivo en series cortas con alto valor añadido.
Plástico = ligereza; Zamak = más peso y sensación de solidez. El uso final define la elección.
Ambos admiten pintura, cromado y texturizado; el Zamak ya ofrece estética metálica premium sin procesos extra.
Plástico es aislante (ideal en eléctricos/electrónicos); Zamak conduce calor y electricidad (útil con disipación térmica).


